Un nuevo estudio, llevado a cabo en el Hospital Changhua Christian de Taiwan, arrojó luz sobre las diversas evoluciones de las infecciones pleurales (empiema) causadas por bacterias, tuberculosis y hongos, infecciones potencialmente fatales. La investigación, publicada en The International Journal of Tuberculosis and Lung Disease, destaca la urgente necesidad de enfoques de tratamiento personalizados.
Un empieza se produce cuando el fluido infectado se acumula en la cavidad pleural que rodea a los pulmones. Aunque la etiología bacteriana es la dominante, los orígenes fúngicos y tuberculoso se observan cada vez con mayor frecuencia debido al uso extendido de antibióticos y de tratamientos inmunosupresores.
De los 561 pacientes estudiados, 87% tenían empiema bacteriano, 8% empiema tuberculoso y 5% fueron diagnosticados con empiema fúngico. A todos los pacientes se les realizó decorticación quirúrgica.
El empiema fúngico tiene un mal pronóstico, con una mortalidad de 22,2% a los 30 días, en comparación con 6,5% para los empiemas bacterianos y tuberculosos. Los casos fúngicos también se asociaron con tasas de sobrevida a 2 años significativamente más bajas y con mayor tiempo de estadía en cuidados intensivos.
Entre los casos de empiema fúngico, las pruebas de laboratorio mostraron que el patógeno más prevalente fue Candida spp., aunque también se observaron algunos casos de Aspergillus spp. Los pacientes con empiema fúngico tenían más probabilidad de haber contraído la infección durante intervenciones médicas previas, con 26% de éstos de origen iatrogénico, mientras que en las infecciones bacterianas este origen dio cuenta solamente del 4%.
Un estudio previo sobre empiema fúngico torácico (EFT) en pacientes con cáncer mostró que esta entidad daba cuenta del 16% de los casos con cultivo pleural positivo en pacientes con cáncer, siendo Candida spp. (58%) y Aspergillus spp. (12%) las etiologías dominantes. También se observó una alta incidencia de causas iatrogénicas ya que la mayoría de los pacientes habían sido sometidos a procedimientos quirúrgicos invasivos (por ej.: cirugía abdominal o torácica) que demostraron ser un indicador significativo de infecciones por Candida spp. La inmunosupresión asociada a cáncer también fue un factor clave en los casos de EFT.
Ambos estudios subrayan la importancia de identificar tempranamente el tipo de infección ya que los pacientes con empiema fúngico son frecuentemente inmunocomprometidos debido a patologías subyacentes. La intervención oportuna (drenaje, con frecuencia quirúrgico como se describe en estos casos) y las terapias dirigidas pueden mejorar significativamente la evolución de estos pacientes.
Si bien el estudio proporciona información crítica, sus autores enfatizan la necesidad de estudios globales multicéntricos para validar sus hallazgos y abordar las variaciones geográficas en el manejo de infecciones. Se puede leer el artículo completo aquí.
Imagen que muestra un empiema pleural.